lunes, 4 de septiembre de 2017

Reflexiones cortas: "Derecho irrenunciable"

Estaba pensando en la diferencia entre "derecho", "deber" y "derecho irrenunciable". Es interesante notar que la distinción actual entre deber y derecho esté en la percepción de quién es el beneficiado. En ese sentido, cumplir la Ley de Dios no es un deber, sino un derecho. ¿Un derecho irrenunciable? Desde otro punto de vista, podemos distinguir si es derecho o deber dependiendo de quién le exige a quién.

En esa sintonía, dentro del marco luterano, los amigos de la teología de la liberación hablan de superar la Ley y que la gracia del Evangelio es la liberación de los oprimidos, y que en su vocación profética son portavoces del Evangelio, de la gracia. Se engañan a sí mismos, disfrazando sus luchas políticas como si de la proclamación del Evangelio se tratara, cuando lo que hacen es proclamar la Ley.

No es que la proclamación de la Ley esté mal. Al contrario, la recomiendo profundamente, igual que Lutero. Lo que critico es la hipocresía y el descuido de doctrinas luteranas tan relevantes. ¿Ley sería, entonces, la lucha política del "opresor" (el otro) y Evangelio la lucha política del "oprimido" (yo)? ¿Qué tipo de maniqueísmo es ese? Al final no son más que sepulcros blanqueados.

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