jueves, 27 de julio de 2017

Ser cristiano y Pro-Vida en el siglo XXI, a la luz de las escrituras

Ser Pro-Vida, es hacer uso de todos los medios disponibles para lograr preservar lo más importante para un ser humano, la vida. Este ejercicio se realiza preferentemente, antes de nacer. Las personas que se identifican con estas consignas, por lo general provienen de trasfondos judeocristianos. Esto dado que, la tradición judía, le da un lugar privilegiado dentro de su praxis cultural. Para muchos de ellos, es la propagación de la raza. Significa un aumento en la cantidad de miembros de la familia y eso trae consigo la posibilidad de acaudalar riquezas/posiciones o tener mayor contingente militar en caso de guerras. Es más, dentro de la cultura hebrea, incluso, se adaptaban niños y niñas que eran abandonados por los greco-romanos y se criaban como si fueran sus propios hijos o hijas.

Uno de los temas que en la actualidad tiene un tanto polarizado al país, es el del aborto. Hace unos días, se aprobó la ley que lo despenaliza en tres causales. En las redes sociales abundaban mensajes fatalistas, que anunciaban un apocalipsis abortista. Más allá de la posición que sostenga el lector al respecto, me gustaría invitarle a revisar una perspectiva bíblica un tanto alternativa al tema, que intenta ampliar el sentido de lo que comúnmente se entiende. Revisaremos entonces algunos pasajes de la escritura.

El salmista exclama:
Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.
Salmos 139:13-16 (RVR1960)
El profeta Jeremías decía:
Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
Jeremías 1:5 (RVR1960)
Así mismo, Job señalaba:
Tus manos me hicieron y me formaron;
¿Y luego te vuelves y me deshaces?
Acuérdate que como a barro me diste forma;
¿Y en polvo me has de volver?
¿No me vaciaste como leche,
Y como queso me cuajaste?
Me vestiste de piel y carne,
Y me tejiste con huesos y nervios.
Vida y misericordia me concediste,
Y tu cuidado guardó mi espíritu.
Job 10:8-12 (RVR1960)
En tanto que Lucas en su evangelio indica:
Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
Lucas 1:41 (RVR1960)

Claro está que podrían citarse muchos más textos respecto al tema, pero dada la extensión nos limitaremos sólo a esos. Ahora bien, hay un clásico principio evangélico para la hermenéutica, a saber: La Biblia se interpreta a sí misma. De esta manera, les invito a revisar algo que estipula el autor [Desconocido, ¿Apolos?] de Hebreos:
Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
Hebreos 7:9-10 (RVR1960)
¿Qué quiere decir que Abraham llevaba en su cuerpo a sus descendientes?  Según indica el texto Leví estaba en el cuerpo de Abraham y asumimos que también Jesús. Claro, esta exclamación en la posmodernidad nos parece irrisoria, pero en el entendimiento precientífico de la época, era una realidad que se aceptaba abiertamente. Entonces, es pertinente cuestionarnos: ¿La concepción de vida en el pueblo hebreo es la misma que sostenemos hoy?, ¿Cuándo comienza realmente a la luz del texto?, ¿Vivimos realmente bajo esos principios?, ¿Cómo entendemos la vida desde nuestra realidad contemporánea y qué acciones concretas tomamos para defenderla no sólo antes de nacer?

Es cierto que veces nos acaloramos en discusiones y argumentamos con el texto bíblico nuestras posiciones, con este artículo, quería humildemente aportar al entendimiento de la Biblia, y eximir a la tradición cristiana y su texto sagrado de ciertos malos usos que se han hecho. Nuestras posiciones (teo-políticas) y nuestros prejuicios no pueden justificarse con las palabras de liberación contenidas en nuestras Sagradas Escrituras. Para terminar, dejo las palabras del destacado teólogo presbiteriano Thomas Hanks (2012), quien afirma:

“Los que se oponen al movimiento por abortos “legales, seguros y pocos” no pueden partir de citas bíblicas que afirman la existencia de vida humana antes del nacimiento, porque las citas bíblicas también suponen que la vida humana existe en el semen aún siglos antes de la concepción.” (p.287)

Hanks, T. (2012) El evangelio Subversivo. Bogotá, Colombia: Clie.

1 comentario:

Patrick dijo...

Es un tema muy álgido hoy que en la Biblia no se trata, al menos no directamente. Igual que en los primeros siglos de cristianismo, los conflictos se volvieron más filosóficos-políticos en vez de bíblicos. La Biblia termina aportando nada más que textos sueltos de prueba.

Para saber mi postura en cuanto al aborto en Chile, puedes leer lo siguiente: http://protestayfe.blogspot.cl/search?q=aborto

Ahí doy enlaces de documentos elaborados por pastores luteranos y doy mi opinión personal. Aquí pongo un extracto:

En un sentido pastoral, hemos de reconocer (nos guste o no) que la decisión de abortar (o no abortar), será siempre de la madre y que hemos de respetarlas. No podemos imponernos. Por otra parte, estamos llamados siempre a luchar por la vida y en la Biblia tenemos hermosos pasajes (Jer.1:5, Is.49:1,5, Sal.139:13,15,16) en que se destaca cómo Dios nos tiene presente aún antes de nacer. Aunque el tema del inicio de la vida desde el vientre materno no es –al menos en primer lugar- el interés de estos pasajes. En este sentido no es posible centrar el mensaje del texto como haciendo referencia a la discusión sobre el inicio de la vida humana. Lo que se muestra es que el amor de Dios abarca a todos los seres vivientes, incluyendo aquellos y aquellas que están en proceso de formarse en personas.