viernes, 5 de mayo de 2017

Reflexiones cortas:... a la diestra del Padre

Los que han leído las series de reflexiones cortas que he hecho en face y blog, verá que rechazo la idea de una salvación escapista que nos saque de nuestra querida tierra. No creo en el "más allá" tan implantado en nuestra cultura religiosa.

Esto podría chocar con una doctrina esencial del cristianismo, que es la Ascensión de Cristo al cielo, a la diestra del Padre. Es un tema que debo seguir revisando, pero mi comprensión actual concluye que la "Ascensión a la diestra del Padre", más que un lugar geográfico material o inmaterial distinto a la tierra, es una glorificación y un cargo divino. También sabemos que se habla del cielo y de lo celestial haciendo referencia a lo invisible. El Reino de Dios es el Reino de los Cielos no porque esté fuera de la tierra, sino porque todavía no se manifiesta plenamente. Pero la Biblia es clara al decir que está en medio nuestro y que ya vendrá plenamente.

Pero, respecto a la persona de Jesucristo resucitada en carne y hueso... ¿dónde está físicamente? La negación de un "más allá" inmaterial o lejano a la tierra nos lleva a una preciosísima conclusión. ¡Jesús de Nazaret, de carne y hueso, sigue caminando en medio nuestro! Su gloria actual le da poder para pasar desapercibido, por lo que podría ser que el desconocido con el que te sentaste en la micro haya sido Él y no te diste cuenta, similar a como les pasó a los discípulos camino a Emaús (Lc.24:13-35). ¡Tremendo! Ahora, siempre que me cruce con un desconocido tendré que mirarlo a los ojos y preguntarme, aunque sea por un segundo, "¿serás tú, Señor?".

Ahora cobra mucho más sentido el valor de la hospitalidad, pudiendo tener la oportunidad de Abraham, Sara y Lot de recibir al Señor en sus casas (Gen.19), como también dice Pablo en Hb.13:2: "No os olvidéis de mostrar hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles."

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