lunes, 15 de junio de 2015

¡Libertad!

Hola a todes.

Hace un mes escribí una entrada titulada ¿Libertad?. Abrí la pregunta de qué es la libertad, apuntando a mi propio contexto cultural-religioso. No quise profundizar mucho. Me limité a criticar el vacío que muchas veces tiene ese potente concepto, relacionándose generalmente al concepto de "independencia". Terminé la corta reflexión apuntando a que como iglesia centrada en la independencia, terminamos más como un simple grupo de amigos, club u ONG que como una comunidad o familia cristiana. Acá quiero profundizar un poquito más acerca del sentido de la libertad, tratando de mantener la misma simpleza y brevedad.

Mi hermano Josaphat Jarpa me había invitado a profundizar la cuestión y me vino la inspiración camino a mi casa. Estaba a punto de subir al puente Llacolén hacia San Pedro de la Paz, y podía ver en el cielo un par de pájaros volando, aleteando con sus preciosas alas sobre el río Bío-Bio... libres.

En el aire las aves parecieran estar viviendo la plenitud de su existencia, abriendo sus alas y usando todo su potencial, para lo que fueron hechas. Qué pena da cuando están en una jaula o en un espacio reducido, con las alas cerradas o pudiendo dar a penas unas pequeñas aleteadas, enfermándose finalmente por el confinamiento.

Entonces... ¿qué es libertad? ¿Cuáles son nuestras alas? ¿Cuál es nuestro potencial, para el cual fuimos hechos? ¿Cuál(es) podría(n) ser nuestra(s) jaula(s)?

Me gusta responder esto partiendo por los primeros capítulos de Génesis. Primeramente, fuimos hechos para ser imagen de Dios (Gen.1:26-27; 9:6). Esto se refleja en la comunión plena con todo el resto de la creación, la cuál nos puso a administrar, a cuidar, a labrar... (Gen.1:26-28, 2:5,15). "No es bueno que el humano esté solo"... por lo que nos creó junto a todo tipo de seres con los cuáles hemos de compartir, con tal cercanía que les hemos puesto nombre (Gen.18-19). Así mismo, se muestra la fuerte unión en la pareja: "hueso de mis huesos y carne de mi carne" (Gen.2:23). En toda nuestra diversidad, estamos unidos como humanos y como creación de Dios. Somos uno. Somos comunidad, así como Dios es comunidad. Que Dios sea comunidad, unidad en la diversidad, se ve con fuerza en la comunión del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Jn.17:21-23), pero también en el mismo libro del Génesis y el Antiguo Testamento en general... cuestión que espero profundizar en otro momento.

La libertad es tema justamente porque la humanidad ha resignado de tal propósito, tratando de ser luz por cuenta propia. Ya no ser imagen de Dios, sino que ser como Dios a partir de nuestra propia consciencia, nuestra propia razón y nuestra propia moral, a raíz de la desconfianza hacia Dios y conllevando la recriminación mutua (Gen.3:1-15; 2Tes.2:3-4). De esa forma nos estamos negando a extender nuestras alas y a volar. Nos hemos encerrado en nuestras jaulas de independencia y egoísmo... y ya estamos enfermos. ¿Cómo vamos a ser imagen de Dios si renegamos de Dios? ¿Cómo vamos a estar en comunión entre nosotros si no somos reflejo de Aquél que es amor y unidad? ¡Basta con vernos para notar que no podemos! Nos esclavizamos y oprimimos mutuamente, llenos de corrupción y violencia, matándonos a nosotros mismos y a lo que nos rodea, aún cuando intentamos hacer "lo bueno". Y es que el pecado no es otra cosa que esto... errar en el propósito, poner murallas entre Dios y nosotros, violentando finalmente contra el prójimo y la creación toda.

He aquí que mi libertad es Cristo, verdadera imagen de Dios, en quien Dios se ha reconciliado con nosotros (Col.1:15-23). Me gozo en saber que a pesar de todo viene a nuestro encuentro y que ha quitado las barreras de separación (Ef.2:14). Me gozo en saber que nos invita a imitarle y a ser, como familia cristiana, reflejo de su luz. Que nos invita a cuidarnos mutuamente y a trabajar por el Reino de Dios. ¡Libertad! Yo vuelo, abro mis alas y aleteo en Cristo. Nada más ni nada menos que en Cristo, en su luz, en su amor, en sus heridas, en su justicia, en su discipulado, en su comunidad, en su cuerpo... Libertad.

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